Los estudios indican que una de las razones por las que a las mujeres mayores de 30 años les resulta más complicado quedar embarazadas es la disminución en la cantidad y calidad de los óvulos. Esto puede hacer que sea más difícil que el óvulo sea fertilizado o que se desarrolle en un feto sano.
Riesgos de embarazo a partir de los 30 años
Además, quedar embarazada a una edad mayor incrementa el riesgo de complicaciones, tanto para la madre como para el feto. Entre estos problemas se encuentran la diabetes gestacional, la preeclampsia y el parto prematuro, así como la posibilidad de que el feto desarrolle trastornos congénitos, como el síndrome de Down.
Complicaciones asociadas a un embarazo a mayor edad
Algunos de los riesgos comunes en mujeres que se embarazan después de los 30 incluyen:
- Aborto espontáneo o embarazo ectópico.
- Anomalías genéticas en el feto.
- Complicaciones durante el embarazo, como diabetes gestacional y preeclampsia.
- Parto prematuro o bajo peso al nacer.
- Problemas con la placenta, como la placenta previa.
- Dificultades durante el parto, como prolongación del mismo o su interrupción.
- Desequilibrios en el líquido amniótico, incluyendo demasiado o muy poco líquido.
- Mayor riesgo de parto por cesárea, especialmente en mujeres mayores de 35 años.
Cómo reducir los riesgos de embarazo después de los 30 años
A pesar de estos riesgos, es posible llevar a cabo un embarazo saludable después de los 30 años siguiendo ciertos consejos:
1. Haz un chequeo médico antes de concebir
Es recomendable realizarse un control de salud completo antes de quedar embarazada, evaluando la presión arterial, los niveles de azúcar y realizando análisis de orina. También se recomienda seguir monitoreos constantes durante el embarazo para asegurar una buena salud.
2. Realiza controles prenatales frecuentes
Las mujeres embarazadas mayores de 30 años deben someterse a revisiones periódicas con más frecuencia. Es importante mantener consultas regulares con un obstetra para asegurarse de que tanto la madre como el feto estén en buenas condiciones.
3. Evita hábitos poco saludables
Dejar de fumar y no consumir alcohol son fundamentales para un embarazo saludable. Además, llevar un estilo de vida activo y mantener una dieta equilibrada ayuda a reducir los riesgos.
4. Haz pruebas de detección de anomalías genéticas
Si existe un historial familiar de trastornos genéticos, es recomendable realizar pruebas genéticas para detectar posibles problemas en el feto.
5. Asegúrate de consumir suficiente ácido fólico
El ácido fólico es esencial para prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y sistema nervioso del bebé. Se recomienda consumir 600 mcg de ácido fólico al día, ya sea a través de alimentos o suplementos.
6. Mantén un peso saludable
Es importante llevar una dieta rica en nutrientes como proteínas, grasas saludables, carbohidratos complejos, vitaminas y minerales. Limitar los alimentos ultraprocesados, crudos o con conservantes es clave para un embarazo saludable.
Conclusión
Con la preparación adecuada, las mujeres mayores de 30 años pueden tener un embarazo y parto saludables. Sin embargo, si encuentras dificultades para concebir o te enfrentas a complicaciones, es fundamental consultar con un médico para recibir orientación y asegurar un embarazo exitoso.