La inflamación en los niños puede ser provocada por diversas razones, como la ingesta de ciertos alimentos, hábitos alimenticios poco saludables o problemas digestivos.
La hinchazón es un problema en el que se acumula aire o gas en el sistema digestivo, lo que genera incomodidad en el abdomen. Esto puede hacer que los niños se muestren más irritables o menos dispuestos a comer.
En la mayoría de los casos, la hinchazón tiende a desaparecer por sí sola y es algo común. Sin embargo, no debe ser ignorada y es importante darle el tratamiento adecuado.
Existen diversas razones por las cuales los niños pueden experimentar hinchazón, entre ellas:
- Un funcionamiento inadecuado de las enzimas digestivas, lo que impide la correcta descomposición de las proteínas.
- Ingerir grandes cantidades de aire al comer, lo cual puede ocurrir al comer mientras se juega, ve la televisión o corre en espacios cerrados.
- Comer demasiado rápido sin masticar adecuadamente.
- Consumir alimentos con alto contenido de carbohidratos y fibra, como el repollo, los nabos, el brócoli, la coliflor, las cebollas y los frijoles.
- Tomar en exceso bebidas con gas.
- Padecer ciertas condiciones médicas, como úlceras, estreñimiento, síndrome del intestino irritable (SII), intolerancia a la lactosa y enfermedad de Crohn.
El tratamiento de la hinchazón en los niños depende de la causa subyacente. Algunas recomendaciones generales para aliviar este malestar incluyen:
- Mejorar los hábitos alimenticios:
- Evitar comer rápidamente: Incentivar a los niños a comer lentamente y masticar bien los alimentos para reducir la cantidad de aire ingerido.
- Reducir el consumo de alimentos gaseosos: Limitar los alimentos y bebidas que puedan generar gases, como los frijoles, brócoli, cebolla y bebidas carbonatadas.
- Pequeñas comidas frecuentes: En lugar de tres comidas grandes, ofrecer comidas más pequeñas a lo largo del día para evitar sobrecargar el sistema digestivo.
- Modificar la dieta:
- Evitar alimentos que causen intolerancia: Si el niño tiene intolerancia a la lactosa o alguna otra alergia alimentaria, eliminar esos alimentos de su dieta.
- Incluir alimentos fáciles de digerir: Optar por alimentos bajos en fibra o más fáciles de digerir, como arroz blanco, manzanas sin cáscara y zanahorias cocidas.
- Estimular el movimiento:
- Fomentar la actividad física: El ejercicio regular ayuda a mejorar la digestión y reducir la sensación de hinchazón. Actividades simples como caminar o jugar pueden ser útiles.
- Evitar actividades intensas justo después de comer: Es recomendable esperar al menos una hora después de las comidas antes de realizar actividades físicas intensas.
- Hidratación adecuada:
- Beber agua: Mantener una buena hidratación puede facilitar el proceso digestivo y aliviar la hinchazón. Evitar las bebidas carbonatadas o con cafeína.
- Consultar al pediatra:
- Si la hinchazón persiste o está acompañada de otros síntomas como dolor intenso, vómitos, fiebre o pérdida de apetito, es importante consultar a un médico. El pediatra podría evaluar si existe alguna afección médica subyacente, como el síndrome del intestino irritable o intolerancia alimentaria.
- Uso de medicamentos (bajo supervisión médica):
- En algunos casos, el pediatra podría recomendar medicamentos como probióticos, enzimas digestivas o medicamentos para aliviar los gases, siempre bajo supervisión médica.
La hinchazón en los niños suele ser causada por factores inofensivos y puede resolverse con algunos cuidados simples en casa. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para manejar la hinchazón en los más pequeños:
- Evita los alimentos que causan gases.
Es importante que tu hijo no consuma alimentos que puedan generar gases en su sistema digestivo, como el repollo, los nabos, las cebollas, el brócoli o los frijoles. Además, algunos niños pueden ser más sensibles a alimentos ricos en fibra, como ciertos cereales, y a los grasos, como los fritos. - Evita las bebidas gaseosas.
Las bebidas con gas suelen contener ácido fosfórico, lo que puede generar gases en los niños. Además, los jugos de frutas también pueden causar hinchazón debido a su contenido de sacarosa y fructosa, que pueden generar gases en el tracto digestivo. - Ofrece alimentos fáciles de digerir.
Si tu hijo tiene menos de un año, lo mejor es darle leche materna como la principal fuente de nutrición. Después de los 12 meses, puedes comenzar a darle leche de fórmula, preferiblemente una fórmula con proteína parcialmente hidrolizada (PHP), que es más fácil de digerir y ayuda a reducir la hinchazón.
También es importante elegir una fórmula que contenga DHA, un componente esencial para el desarrollo cognitivo de los niños.
- Enseña a tu hijo a masticar despacio.
Una causa común de la hinchazón en los niños es el hábito de comer rápido. Esto suele suceder cuando el niño juega o se mueve mientras come, lo que lleva a tragar aire. Es recomendable enseñarles a sentarse tranquilos mientras comen y masticar bien los alimentos antes de tragarlos. - Asegúrate de que beba suficiente agua.
Aunque no elimina la hinchazón directamente, el agua ayuda a prevenir el estreñimiento y puede reducir el riesgo de hinchazón. Asegúrate de que tu hijo esté bien hidratado durante todo el día. - Usa una compresa tibia.
Para aliviar el malestar de la hinchazón, puedes aplicar una compresa tibia en el abdomen de tu hijo. También es útil darle un suave masaje en la zona y darle palmaditas en la espalda.
Si la hinchazón persiste a pesar de estos cuidados o si se acompaña de síntomas graves como dolor intenso, vómitos, fiebre o pérdida de peso, es importante consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado.