🧬 ¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda y hemorrágica, causada por el virus de la fiebre amarilla, un arbovirus del género Flavivirus. Se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, como Aedes aegypti (en zonas urbanas) y Haemagogus (en zonas selváticas).
El nombre «fiebre amarilla» proviene del signo clínico más visible en los casos graves: la ictericia, es decir, la coloración amarilla de la piel y los ojos debido a daño hepático.
🌍 ¿Dónde es común?
La fiebre amarilla es endémica en África subsahariana, América del Sur y partes de América Central, especialmente en áreas tropicales y subtropicales donde los mosquitos transmisores son abundantes.
Zonas de riesgo:
- Amazonía (Brasil, Perú, Bolivia, Colombia)
- África occidental y central
- Regiones rurales o selváticas
🦟 ¿Cómo se transmite?
La transmisión ocurre a través de la picadura de un mosquito infectado con el virus. No se transmite de persona a persona.
Tipos de transmisión:
- Selvática (jungle): el virus circula entre monos y mosquitos; los humanos se infectan ocasionalmente cuando entran en el hábitat natural.
- Urbana: ocurre cuando una persona infectada introduce el virus en una ciudad y es picada por Aedes aegypti, que puede propagarlo a otras personas.
- Intermedia (rural): ocurre en zonas rurales donde hay contacto entre humanos, monos y mosquitos.
⚠️ Síntomas
Después de un período de incubación de 3 a 6 días, los síntomas pueden variar en severidad.
Etapa inicial (leve a moderada):
- Fiebre alta repentina
- Escalofríos
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares (especialmente en la espalda)
- Náuseas o vómitos
- Cansancio general
- Pérdida de apetito
Etapa tóxica (casos graves, 15–25% de los pacientes):
- Fiebre reaparece tras una breve mejora
- Ictericia (piel y ojos amarillos)
- Hemorragias (por nariz, encías, vómito con sangre)
- Dolor abdominal
- Insuficiencia hepática y renal
- Confusión, coma
⚰️ La fiebre amarilla grave puede ser mortal en el 20% a 50% de los casos no tratados.
🧪 Diagnóstico
La fiebre amarilla se diagnostica mediante:
- Examen clínico y evaluación del historial de viajes o residencia.
- Pruebas de laboratorio:
- Serología (detección de anticuerpos IgM)
- PCR (detecta el material genético del virus)
- Aislamiento del virus (en laboratorios especializados)
Dado que los síntomas iniciales se parecen a otras enfermedades como dengue, malaria o hepatitis, el diagnóstico diferencial es fundamental.
💉 Tratamiento
No existe un tratamiento antiviral específico para la fiebre amarilla.
El manejo se basa en:
- Reposo absoluto
- Hidratación adecuada (oral o intravenosa)
- Control de la fiebre y dolor (paracetamol, evitar aspirina por riesgo de hemorragias)
- Hospitalización en casos graves
En los casos severos, se requiere cuidados intensivos para tratar fallos hepáticos, renales o hemorragias.
🛡️ Prevención
✅ La vacuna: principal medida preventiva
La vacuna contra la fiebre amarilla es una de las vacunas más eficaces del mundo, con más del 99% de protección una sola dosis.
- Se aplica a partir de los 9 meses de edad.
- Efecto protector de por vida (según OMS).
- Requerida para viajar a países donde la fiebre amarilla es endémica.
- En algunos países, es obligatoria presentar el certificado internacional de vacunación.
Otras medidas preventivas:
- Uso de repelente de insectos
- Mosquiteros y ropa que cubra la piel
- Control del mosquito (Aedes aegypti): eliminar criaderos (agua estancada, recipientes abiertos)
📊 Datos epidemiológicos
- Se estima que hay 200,000 casos y 30,000 muertes por fiebre amarilla al año en el mundo.
- En América del Sur, ha habido brotes recientes en Brasil, Perú y Venezuela.
- La OMS considera a la fiebre amarilla una enfermedad reemergente con riesgo de expansión urbana.
📌 Conclusión
La fiebre amarilla es una enfermedad viral peligrosa pero altamente prevenible con vacunación y control vectorial. Aunque no existe un tratamiento específico, la detección temprana y el cuidado médico adecuado pueden reducir significativamente el riesgo de muerte. La prevención sigue siendo la mejor defensa, especialmente para viajeros y habitantes de zonas endémicas.