¿Qué es la leucemia?
La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a las células encargadas de producir los glóbulos blancos en la médula ósea. Estas células, que normalmente ayudan al cuerpo a combatir infecciones, se vuelven anormales, se multiplican sin control y no cumplen correctamente su función. Como resultado, desplazan a las células sanguíneas sanas y afectan el funcionamiento del organismo.
Tipos de leucemia
Existen varios tipos de leucemia, que se clasifican según la rapidez con que progresa la enfermedad (aguda o crónica) y el tipo de célula afectada (linfocítica o mieloide):
- Leucemia linfocítica aguda (LLA)
Afecta principalmente a niños, aunque también puede aparecer en adultos. Se desarrolla rápidamente. - Leucemia mieloide aguda (LMA)
Común en adultos mayores, aunque también puede presentarse en niños. Tiene un inicio rápido y agresivo. - Leucemia linfocítica crónica (LLC)
Se desarrolla lentamente y afecta sobre todo a personas mayores. En muchos casos se detecta de forma incidental. - Leucemia mieloide crónica (LMC)
También de desarrollo lento, suele detectarse en adultos. Puede evolucionar a una forma más agresiva si no se trata.
Síntomas comunes
Los síntomas pueden variar según el tipo de leucemia, pero los más frecuentes son:
- Fatiga constante
- Palidez
- Fiebre y sudores nocturnos
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Sangrados o moretones fáciles
- Dolor óseo o articular
- Ganglios linfáticos inflamados
- Infecciones frecuentes
Causas y factores de riesgo
Las causas exactas no siempre son claras, pero hay factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar leucemia:
- Exposición a radiación o productos químicos (como benceno)
- Tratamientos previos con quimioterapia o radioterapia
- Trastornos genéticos como el síndrome de Down
- Historia familiar de leucemia
- Tabaquismo (en algunos tipos de leucemia)
Diagnóstico
Para diagnosticar la leucemia se realizan pruebas como:
- Análisis de sangre (para detectar anomalías en los glóbulos)
- Biopsia de médula ósea
- Estudios genéticos o moleculares
Tratamiento
El tratamiento varía según el tipo de leucemia, la edad del paciente y el estado general de salud. Algunas opciones incluyen:
- Quimioterapia: tratamiento principal para la mayoría de leucemias.
- Radioterapia: para reducir masas celulares o preparar para trasplante.
- Terapias dirigidas: medicamentos que atacan células específicas del cáncer.
- Inmunoterapia: estimula el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas.
- Trasplante de médula ósea: reemplaza la médula dañada por células madre sanas.
Pronóstico
Gracias a los avances médicos, muchas personas con leucemia, especialmente niños con LLA, pueden alcanzar la remisión e incluso la curación. Sin embargo, el pronóstico depende de múltiples factores: el tipo de leucemia, la edad del paciente, la respuesta al tratamiento y la presencia de mutaciones genéticas específicas.
Conclusión
La leucemia es una enfermedad grave, pero tratable en muchos casos. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar las posibilidades de recuperación. Si experimentas síntomas persistentes o tienes factores de riesgo, consulta a un profesional de la salud.