Mantener un pulso regular es un indicador clave de que el corazón está funcionando adecuadamente. Sin embargo, un pulso que es demasiado débil o demasiado rápido puede ser señal de diversos problemas. A continuación, te explicamos cómo determinar si tu pulso es normal y cómo medirlo correctamente.
El pulso refleja el número de veces que los vasos sanguíneos arteriales se expanden y contraen en un minuto, en respuesta a los latidos del corazón.
Pulso Normal y Cómo Medirlo
El pulso y la frecuencia cardíaca suelen ser equivalentes, ya que el latido del corazón provoca un aumento de la presión en las arterias, que es lo que sentimos como pulso. Por lo tanto, al medir el pulso, también estamos midiendo la frecuencia cardíaca.
Frecuencia de Pulso Normal
La cantidad de pulsaciones por minuto puede variar entre individuos. En general, un pulso bajo es común durante el descanso o el sueño, mientras que tiende a aumentar durante la actividad física.
En promedio, la frecuencia cardíaca normal oscila entre 60 y 100 pulsaciones por minuto. Sin embargo, en personas que hacen ejercicio regularmente, como los deportistas, la frecuencia puede ser más baja, alrededor de 40 pulsaciones por minuto.
Algunos expertos sugieren que el rango ideal debería ajustarse a 50-70 pulsaciones por minuto, ya que investigaciones recientes indican que tener más de 80 pulsaciones por minuto en reposo podría aumentar el riesgo de un ataque cardíaco, incluso si actualmente se considera normal.
Causas de Variación en el Pulso
Un pulso elevado puede deberse a:
- Actividad física
- Anemia
- Consumo de ciertos medicamentos (como para la tiroides o alergias)
- Tabaquismo y consumo de alcohol
- Obesidad
- Factores emocionales, como estrés o ansiedad
Por otro lado, un pulso bajo puede estar relacionado con:
- Enfermedades cardíacas
- Medicamentos para el corazón
- Buena condición física, como en atletas
- Hipotiroidismo
- Situaciones graves como hemorragias o deshidratación severa que pueden llevar a un shock o problemas cardíacos como paro o insuficiencia cardíaca
Factores que Afectan la Frecuencia del Pulso
El pulso puede ser influenciado por diversos factores, entre ellos:
- Edad: Los niños suelen tener una frecuencia cardíaca más alta que los adultos, mientras que en personas mayores tiende a ser más baja.
- Temperatura ambiental: El calor y la humedad pueden aumentar la frecuencia cardíaca hasta en 10 pulsaciones por minuto.
- Posición corporal: Cambiar de posición, como de estar sentado o acostado a ponerse de pie, puede elevar el pulso momentáneamente.
- Emociones: Sentimientos intensos como la ira o la excitación pueden liberar adrenalina, aumentando así el pulso y la respiración.
- Tamaño corporal: Las personas con sobrepeso suelen tener una frecuencia cardíaca más alta debido al esfuerzo adicional que requiere el corazón.
- Efectos de medicamentos: Algunos fármacos, como los betabloqueantes, pueden reducir el pulso, mientras que otros, como los medicamentos para la tiroides, pueden incrementarlo.
Cómo Medir el Pulso
Para verificar tu pulso, coloca las yemas de los dedos índice y medio en la base del pulgar en la muñeca, en el pliegue del muslo o en el cuello, al lado de la tráquea.
Cuenta el número de pulsaciones durante 15 segundos y luego multiplica ese número por 4 para obtener el pulso por minuto. Por ejemplo, si cuentas 20 pulsaciones en 15 segundos, tu pulso es de 80 pulsaciones por minuto.
Medir el pulso es útil para evaluar la función cardíaca, detectar posibles enfermedades, monitorizar el flujo sanguíneo después de una lesión y como parte de un chequeo general de los signos vitales.
Si al medir tu pulso notas que es anormalmente rápido o lento, y esto se acompaña de síntomas como dolor en el pecho, mareos, dificultad para respirar o pérdida de consciencia, es importante buscar atención médica de inmediato.