Beber agua puede ayudar en la pérdida de peso, y esta idea no es solo un mito, ya que numerosos estudios han investigado este tema. No obstante, es importante saber cómo hacerlo correctamente para lograr una pérdida de peso efectiva.
Consumir suficiente agua no solo cubre las necesidades de hidratación del cuerpo y previene la deshidratación, sino que también puede contribuir a la reducción de peso. Para maximizar los beneficios del agua en la pérdida de peso, es esencial combinar su consumo con una dieta equilibrada y una rutina de ejercicios regular.
Cómo perder peso bebiendo agua
Para utilizar el agua como herramienta para perder peso, considera estos consejos:
- Bebe 2 vasos de agua 30 minutos antes de cada comida.
Diversos estudios han demostrado que consumir 500 ml (2 vasos) de agua media hora antes de comer puede disminuir la cantidad de calorías que consumes. En adultos, este hábito ha mostrado reducir el peso corporal en un 12% en 12 semanas.
Las personas que beben agua antes de las comidas pueden experimentar una reducción de peso de hasta un 44% en comparación con quienes no lo hacen. Este método también puede ayudar a prevenir la obesidad y a alcanzar un peso corporal saludable.
El efecto de beber agua antes de comer es que llena el estómago, lo que hace que te sientas lleno más rápidamente. Con un apetito controlado, es más fácil mantener el tamaño de las porciones bajo control, lo que facilita y estabiliza la pérdida de peso.
- Bebe agua y aumenta tu consumo de frutas y verduras.
Combinar el hábito de beber agua con una dieta rica en frutas y verduras también puede favorecer la pérdida de peso. Las frutas y verduras tienen un alto contenido de agua y fibra, lo que contribuye a una mayor sensación de saciedad.
Además, estas alimentos tienen un bajo contenido calórico pero son ricos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes. Al beber más agua y consumir frutas y verduras, puedes perder peso mientras mantienes una dieta nutritiva.
- Bebe agua cuando sientas hambre.
La sensación de hambre puede llevar a comer en exceso, especialmente si eliges alimentos poco saludables y altos en grasas, azúcares o calorías, como comida rápida y snacks procesados. Esto puede resultar en un aumento de peso.
Para evitar esto, aumenta tu consumo de agua cuando sientas hambre o desees merendar. Opta por snacks saludables como frutas frescas, yogur natural, palomitas de maíz sin sal o frutos secos, como almendras y anacardos.