La faringitis es la inflamación de la garganta o la faringe. Esta afección, que también se llama faringitis estreptocócica, se caracteriza por dolor de garganta, picazón y dolor al tragar.
La faringitis generalmente es causada por una infección viral. Varios tipos de virus que pueden causar faringitis son la influenza, el rinovirus y el Epstein-Barr. Aunque la causa más frecuente es una infección viral, la infección por la bacteria Streptococcus también puede causar faringitis.
Los virus y bacterias que causan faringitis se transmiten muy fácilmente a través del aire, por ejemplo, a través de la inhalación de la saliva de la tos. Aunque la faringitis es generalmente una afección inofensiva y puede curarse en unos pocos días, aún es necesario realizar un tratamiento para aliviar los síntomas que surgen.
Causas de la faringitis
La faringitis o el dolor de garganta suelen ser causados por una infección viral. Los tipos de virus que causan faringitis pueden variar, pero generalmente provienen de los grupos de virus de la influenza, adenovirus, rinovirus, coronavirus y virus de Epstein-Barr.
La faringitis también puede ser causada por la propagación de infecciones de otras enfermedades, como resfriados, gripe, tos ferina, sarampión, viruela y mononucleosis.
En algunos casos, la faringitis también puede ser causada por una infección bacteriana. Esta bacteria suele proceder del grupo de los estreptococos A. Aunque son poco comunes, otras bacterias, como Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis y Corynebacterium diphtheriae, también pueden causar faringitis.
Además de los virus y bacterias, en raras ocasiones, las infecciones por hongos Candida también pueden causar faringitis.
Factores de riesgo para la faringitis
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de que una persona experimente faringitis, entre ellos:
- De 3 a 15 años
- Exposición frecuente al humo del cigarrillo o a la contaminación.
- Tiene antecedentes de alergias, como alergias al resfriado, alergias al polvo o caspa de animales.
- Tiene antecedentes de sinusitis.
- A menudo en una habitación seca, como una habitación con aire acondicionado.
- Tiene antecedentes de contacto con pacientes con faringitis, por ejemplo, vivir con pacientes con faringitis o trabajar en un hospital.
- Tener un sistema inmunológico débil.
- Sufre de ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico) o enfermedad del ácido del estómago.
- Realizar a menudo actividades que provocan tensión en los músculos de la garganta, por ejemplo, al hablar o gritar demasiado fuerte.
Síntomas de faringitis
La faringitis generalmente solo causa síntomas entre 2 y 5 días después de que quien la padece se infecta. Algunos síntomas que pueden surgir en quienes padecen faringitis incluyen:
- Dolor o dolor de garganta
- Picazón en la garganta
- dificultad para tragar
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Doloroso
- Vómito con náuseas
- Glándulas inflamadas en el cuello.
Aparte de eso, otros síntomas que pueden surgir son ronquera y tos. Si la infección se propaga a las amígdalas o las amígdalas, puede producirse inflamación e hinchazón de las amígdalas.
Cuando ver a un medico
Consulte con su médico si experimenta los síntomas de faringitis mencionados anteriormente, especialmente si no mejoran en 1 semana o van acompañados de síntomas de dificultad para tragar, dificultad para respirar, erupciones en la piel y dificultad para abrir la boca.
Las personas que tienen antecedentes de sinusitis, alergias o enfermedades del ácido estomacal tienen mayor riesgo de desarrollar faringitis. Por lo tanto, si sufres alguna de estas enfermedades, hazte controles periódicos con tu médico para controlar tu estado de salud y prevenir la faringitis.
Diagnóstico de faringitis
Para diagnosticar la faringitis, el médico hará preguntas sobre las quejas y síntomas del paciente, además de rastrear el historial médico del paciente.
A continuación, el médico realizará un examen físico exhaustivo, que incluye examinar los oídos, la nariz, la boca y la garganta del paciente. El examen de garganta tiene como objetivo detectar hinchazón y enrojecimiento en la garganta.
Si es necesario, el médico pedirá al paciente que realice una serie de exámenes de apoyo para determinar la causa de la infección. Estos exámenes de apoyo incluyen:
- Hisopo de garganta y cultivo bacteriano. El hisopo de garganta se realiza tomando una muestra de la garganta. A continuación, el médico realizará un cultivo para detectar la presencia de bacterias en la muestra.
- Análisis de sangre. Los análisis de sangre tienen como objetivo detectar infecciones examinando la muestra de sangre del paciente.
Tratamiento de faringitis
El tratamiento de la faringitis tiene como objetivo aliviar las molestias y los síntomas, tratar la infección que causa la faringitis y prevenir complicaciones. Dos pasos de tratamiento que se pueden tomar son el autotratamiento y la administración de medicamentos.
Tratamiento independiente
Los pasos de tratamiento independientes que se pueden tomar para tratar la faringitis son:
- Descanse lo suficiente hasta que su condición mejore
- No hables demasiado, especialmente cuando tu voz esté ronca.
- Beba cantidades suficientes de agua para evitar deshidratarse.
- Utilice un humidificador si el aire interior se siente seco.
- Consuma alimentos que sean agradables para la garganta, como sopa de caldo tibio.
- Haga gárgaras con agua tibia con sal para aliviar el dolor de garganta.
- Tomar pastillas para la garganta que contengan antisépticos, como amilmetacresol o cloruro de decualinio.
- Evite la exposición al humo del cigarrillo y la contaminación.
- Usar medicamentos de venta libre para la acidez estomacal
Administrar medicamentos
Si el autotratamiento de la faringitis no mejora la enfermedad en un plazo máximo de 7 días, el paciente debe consultar a un médico. El médico puede recetar varios tipos de medicamentos, como por ejemplo:
- Antibióticos. Los antibióticos se administran para la faringitis causada por una infección bacteriana. El tipo de antibiótico elegido para el dolor de garganta suele ser penicilina, cefadroxilo, amoxicilina, cefaclor, clindamicina, claritromicina o eritromicina. También se pueden administrar antibióticos de acción local, como la gramicidina, para la faringitis leve.
- Benzocaína. La benzocaína se administra para tratar el dolor de garganta y la dificultad para tragar, que a menudo ocurren en la faringitis. Este ingrediente se encuentra a menudo en enjuagues bucales o pastillas.
- Paracetamol o ibuprofeno. El paracetamol y el ibuprofeno son antifebriles y analgésicos. Se administran medicamentos para aliviar el dolor y reducir la fiebre, que puede ocurrir durante la faringitis.
Es importante recordar que siempre siga las recomendaciones y reglas de uso de medicamentos indicadas por el médico y no deje de usarlos sin consultar primero a un médico.
El tratamiento hospitalario mediante la administración de líquidos por vía intravenosa al paciente también puede ser una opción para tratar la faringitis si el paciente tiene dificultad para tragar y tiene la posibilidad de sufrir deficiencias nutricionales.
Complicaciones de la faringitis
La faringitis generalmente no causa complicaciones. Sin embargo, si esta condición continúa sin tratamiento, la infección puede propagarse y causar una serie de complicaciones, como:
- Infecciones de oído
- Inflamación de los senos nasales (sinusitis)
- Fiebre reumática
- Acumulación de pus (absceso) en la garganta.
- glomerulonefritis
Prevención de la faringitis
La prevención de la faringitis se realiza evitando las causas y los desencadenantes. Esto se puede lograr implementando un estilo de vida limpio y saludable, como:
- Lávese las manos regularmente con agua corriente y jabón, especialmente antes y después de comer, después de ir al baño y después de toser o estornudar.
- Evite tocar el área facial con manos antihigiénicas.
- Cúbrete siempre la boca y la nariz con la mano o con un pañuelo al toser.
- No comparta utensilios para comer y beber ni artículos de tocador con personas que padecen faringitis.
- Dejar el hábito de fumar.
- Evite la exposición al humo del cigarrillo y a la contaminación.
- Lavar bien los juguetes de los niños que padecen faringitis, especialmente los juguetes que los niños suelen llevarse a la boca.
- Evite viajar a la escuela o al trabajo mientras esté enfermo para prevenir la transmisión.