Osteomielitis: Infección grave de los huesos
La osteomielitis es una infección del hueso que puede ser causada por bacterias, hongos u otros microorganismos. Es una afección seria que requiere atención médica inmediata, ya que si no se trata a tiempo, puede causar daño óseo permanente, deformidades o incluso la pérdida del hueso afectado.
¿Cómo se produce la osteomielitis?
La infección puede llegar al hueso de diferentes maneras:
- Vía hematógena: las bacterias viajan por la sangre desde otra parte del cuerpo (muy común en niños).
- Infección directa: tras una fractura abierta, cirugía o herida penetrante.
- Diseminación desde tejidos cercanos: como una úlcera en la piel o una infección muscular.
El germen más común es la bacteria Staphylococcus aureus, aunque también pueden estar implicadas otras bacterias o incluso hongos.
Factores de riesgo
- Diabetes
- Cirugías óseas o implantes
- Traumatismos óseos
- Uso prolongado de catéteres o dispositivos intravenosos
- Sistema inmunológico debilitado
- Enfermedad renal o hepática crónica
- Consumo de drogas por vía intravenosa
Síntomas
Los síntomas pueden variar según la ubicación y la gravedad, pero suelen incluir:
- Dolor intenso en la zona afectada
- Fiebre y escalofríos
- Inflamación, enrojecimiento y calor en la piel sobre el hueso
- Fatiga y malestar general
- Dificultad para mover la extremidad afectada
- En casos crónicos: secreción purulenta o una herida que no cicatriza
Diagnóstico
El diagnóstico temprano es fundamental y se basa en:
- Análisis de sangre: elevación de glóbulos blancos y marcadores de inflamación
- Hemocultivos para detectar el microorganismo en sangre
- Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para ver el daño óseo
- Biopsia ósea para identificar el agente infeccioso con precisión
Tratamiento
El tratamiento de la osteomielitis puede ser largo y complejo, e incluye:
- Antibióticos intravenosos durante 4 a 6 semanas o más, dependiendo del caso
- Cirugía para drenar abscesos, eliminar tejido infectado o hueso necrótico
- En casos severos: reconstrucción ósea o amputación (si no hay respuesta al tratamiento)
- En osteomielitis crónica: desbridamiento quirúrgico repetido y control del foco de infección
Complicaciones posibles
- Daño permanente al hueso
- Infección recurrente (osteomielitis crónica)
- Propagación de la infección a otras partes del cuerpo
- Pérdida de función o amputación
- Formación de abscesos o fístulas
Prevención
- Tratar rápidamente infecciones cutáneas y heridas abiertas
- Control adecuado de enfermedades crónicas como la diabetes
- Uso correcto de técnicas estériles durante procedimientos médicos
- Evitar lesiones óseas en personas de alto riesgo
Conclusión
La osteomielitis es una infección grave, pero con tratamiento oportuno y adecuado, muchas personas se recuperan completamente. La clave está en el diagnóstico precoz, el uso correcto de antibióticos y, cuando sea necesario, la intervención quirúrgica.