La uveítis es una inflamación de la úvea, la capa intermedia del ojo que se encuentra entre la retina y la esclerótica. Esta condición puede afectar a una o ambas estructuras oculares y, si no se trata adecuadamente, puede llevar a daños permanentes en el ojo, incluyendo pérdida de visión. La uveítis puede ser causada por infecciones, enfermedades autoinmunes, trauma ocular o factores desconocidos.
✅ ¿Qué es la uveítis?
La úvea está compuesta por tres partes principales: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. La uveítis es la inflamación de una o más de estas estructuras y se clasifica según su localización y su causa.
Existen varios tipos de uveítis, dependiendo de la parte del ojo que se vea afectada:
- Uveítis anterior: Afecta al iris y al cuerpo ciliar, y es la forma más común de uveítis. Suele provocar síntomas como enrojecimiento ocular, dolor y visión borrosa.
- Uveítis intermedia: Afecta principalmente al cuerpo ciliar y la zona del vítreo, la sustancia gelatinhosa en el interior del ojo. Generalmente, causa visión borrosa, pero es menos dolorosa.
- Uveítis posterior: Afecta la coroides y la retina. Suele ser más grave y puede ocasionar pérdida de visión. Los síntomas pueden ser menos evidentes en sus primeras fases.
- Panuveítis: Es una inflamación que involucra todas las partes de la úvea, y es una de las formas más graves de la enfermedad.
📌 Causas de la uveítis
La uveítis puede ser provocada por una amplia variedad de factores. Las causas más comunes incluyen:
1. Infecciones
- Infecciones virales: El virus herpes simple, el citomegalovirus (CMV), el virus de la varicela-zóster y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son algunos de los virus que pueden causar uveítis.
- Infecciones bacterianas: Bacterias como tuberculosis, sífilis, sarcoidosis o enfermedad de Lyme pueden infectar el ojo y causar inflamación.
- Infecciones fúngicas: Ciertas infecciones fúngicas, como la candidiasis o la histoplasmosis, también pueden provocar uveítis, especialmente en personas inmunocomprometidas.
2. Enfermedades autoinmunes
En estas afecciones, el sistema inmunológico del cuerpo ataca sus propios tejidos, incluidas las estructuras del ojo. Algunas de las enfermedades autoinmunes que pueden provocar uveítis son:
- Artritis reumatoide
- Enfermedad inflamatoria intestinal (como la enfermedad de Crohn)
- Lupus eritematoso sistémico (LES)
- Espondilitis anquilosante
- Enfermedad de Behçet
3. Traumatismos o lesiones oculares
Cualquier tipo de traumatismo directo en el ojo, ya sea por un golpe, cirugía o accidente, puede desencadenar una uveítis, ya que el trauma puede provocar inflamación dentro del ojo.
4. Enfermedades metabólicas y genéticas
Algunas condiciones metabólicas o genéticas, como la fiebre mediterránea familiar, la sarcoidosis o el síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada, pueden predisponer a la uveítis.
5. Factores desconocidos o idiopáticos
En muchos casos, no se puede identificar una causa clara para la uveítis, y se considera que la enfermedad tiene un origen idiopático. En estos casos, los médicos tratan los síntomas y buscan prevenir complicaciones, aunque no puedan erradicar la causa subyacente.
⚠️ Síntomas de la uveítis
Los síntomas de la uveítis pueden variar dependiendo de la gravedad y el tipo de inflamación, pero comúnmente incluyen:
- Dolor ocular: La uveítis anterior suele causar dolor en el ojo afectado. El dolor puede ser leve a severo y empeorar con la luz brillante (fotofobia).
- Enrojecimiento ocular: El ojo puede volverse rojo debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Visión borrosa: La inflamación de la úvea puede interferir con el paso de luz hacia la retina, lo que puede dar lugar a una visión borrosa o distorsionada.
- Lagrimeo excesivo: La uveítis puede hacer que el ojo se sienta irritado, lo que provoca lagrimeo o secreción acuosa.
- Sensibilidad a la luz (fotofobia): Las personas con uveítis suelen experimentar una intolerancia a la luz, incluso a la luz natural normal.
- Manchas flotantes (miodesopsias): En algunos casos de uveítis posterior, los pacientes pueden ver manchas o flotadores en su campo visual debido a la inflamación del vítreo.
- Visión reducida: En casos graves, especialmente si la uveítis afecta a la retina o al nervio óptico, la visión puede verse significativamente afectada.
🔍 Diagnóstico de la uveítis
El diagnóstico de la uveítis se basa en la historia clínica del paciente, la exploración ocular y una serie de pruebas de diagnóstico que ayudan a identificar la causa subyacente.
- Examen ocular completo: Un oftalmólogo realizará una exploración completa para observar signos de inflamación en la úvea. Esto puede incluir el uso de una lámpara de hendidura para examinar la parte anterior del ojo y un examen del fondo ocular para evaluar la retina y la coroides.
- Pruebas de laboratorio: Se pueden realizar análisis de sangre, cultivos o pruebas serológicas para detectar infecciones como el VIH, la sífilis, la tuberculosis o la sarcoidosis, entre otras enfermedades autoinmunes.
- Pruebas de imagen: En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de imagen, como la angiografía fluoresceínica o la tomografía de coherencia óptica (OCT), para evaluar el estado de la retina y la coroides y detectar signos de inflamación.
- Pruebas específicas para enfermedades autoinmunes: En caso de sospecha de una enfermedad autoinmune, se pueden realizar análisis para detectar anticuerpos específicos, como los relacionados con el lupus, la artritis reumatoide o el síndrome de Behçet.
🩺 Tratamiento de la uveítis
El tratamiento de la uveítis depende de la causa subyacente y del tipo de inflamación ocular. El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, aliviar los síntomas y prevenir daños permanentes en el ojo. Algunos enfoques de tratamiento incluyen:
- Medicamentos antiinflamatorios:
- Corticosteroides: Los corticosteroides son la base del tratamiento para la uveítis, ya que reducen la inflamación. Pueden administrarse en forma de gotas oftálmicas, inyecciones en el ojo o medicación oral.
- Medicamentos inmunosupresores: En casos de uveítis causada por enfermedades autoinmunes, se pueden usar medicamentos inmunosupresores como la azatioprina o metotrexato para controlar la inflamación y evitar brotes.
- Antibióticos o antivirales:
- Si la uveítis es causada por una infección bacteriana o viral, el tratamiento incluirá antibióticos o antivirales específicos, como el aciclovir en caso de herpes ocular.
- Medicamentos para reducir la presión intraocular: Si la uveítis causa un aumento de la presión ocular, los médicos pueden recetar medicamentos para reducir la presión y prevenir el daño al nervio óptico.
- Tratamiento de las causas subyacentes:
- Si la uveítis está relacionada con una enfermedad autoinmune, infecciones o trauma ocular, es fundamental tratar la causa subyacente para evitar recaídas.
- Seguimiento constante: Dado que la uveítis puede ser recurrente, los pacientes suelen necesitar seguimiento regular con un oftalmólogo para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar cualquier complicación.
⚠️ Complicaciones de la uveítis
Si no se trata correctamente, la uveítis puede causar varias complicaciones graves, como:
- Cataratas: La inflamación crónica puede provocar la opacificación del cristalino del ojo, lo que